Ignatius

En esta noticia de El Mundo vuelve a hablarse del efecto que la red está teniendo en los hábitos de los pacientes a la hora de tratar de averiguar qué padecemos, cuáles son los riesgos de nuestro estilo de vida, a qué puede deberse un síntoma que hemos empezado a experimentar, o en qué consiste esa enfermedad que nos han diagnosticado a nosostros o a una persona próxima y de la que no teníamos demasidas noticias.

Y los cambios de hábitos no sólo tienen que ver con lo que la noticia destaca, sino que suponen todo un reto para los profesionales de la medicina. El paciente acude a la consulta cargado de conocimiento sobre los síntomas o la enfermadad que padece él o su familiar. Y esto, sospecho, no gusta a los médicos, porque hacemos preguntas incómodas, nos intentamos adentrar en el conocimiento del tema para algo tan esencial y que nos puede llegar a obsesionar tanto como es nuestra salud. Y ponemos en duda lo que nos cuenta y lo que nos deja de contar el médico, y nos intentamos poner a su altura. Y es lógico y natural que los pacientes lo hagan, y es lógico y natural que el médico se sienta incómodo ante este nuevo reto. Porque, tradicionalmente, el médico daba más bien pocas explicaciones, porque no servía de mucho explicar demasidado las cosas, y porque el paciente estaba indefenso ante el desconocimiento. Pero eso ha cambiado, y la profesión médida lo tendrá que entender así.

En un ámbito menos dramático ocurre algo parecido, y es el de la relación entre responsables de sistemas y usuarios. Lo menciono porque es algo que conozco algo más, y lo he vivido. Estoy en el lado del responsable de sistemas, y creo entender al médico que se siente acosado por un paciente que ha aprendido sobre una materia médica por la que se ve afectado. Está claro que se adquieren conocimientos específicos sobre una enfermedad (o sobre una utilidad informática concreta), y que falta la base del conocimiento. Y esta escena nos descompone a los que somos los profesionales, porque la conversación se vuelve "de tú a tú" y tenemos la sensación de que se pone en duda nuestra profesionalidad (aunque seguramente no es así casi nunca).

Creo que los profesionales tienen que asumir esta nueva realidad, y sacarle provecho, más que maldecirla.

Leí algo sobre esto hace unos meses, pero no consigo localizar dónde o qué blog.

¿Algún médico tiene opinión al respecto? Me gustaría conocerla.